“¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” (Salmo 42:5)

Oh, recuerda esto: nunca hay un momento en que no puedes esperar en Dios. Cualesquiera sean nuestras necesidades, por más grandes que sean nuestras dificultades, y aunque a todas luces la ayuda es imposible, sin embargo, nuestro negocio es tener esperanza en Dios; y verás que no fue en vano. En el propio tiempo del Señor, la ayuda llegará. -George Muller- Contemporary Classic/Streams in the Desert (Clásico contemporáneo/Manantiales en el Desierto) Zondervan Corporation, 1996, pág. 50. [1870-1960, Lettie Cowman, sus libros eran devocionales compilados a partir de sermones, poemas, etc]

«Vuestro Padre sabe»
Precioso pensamiento, mi Padre sabe,
En Su amor yo descanso;
Pues lo que sea que haga mi Padre,
Debe ser siempre lo mejor.
Bien conozco el corazón que planea
Nada que no sea el bien para mí;
Alegría y tristeza entrelazadas,
En todo veo el amor.

Precioso pensamiento, mi Padre sabe,
Tiene cuidado de su hijo;
Me ofrece anidar cerca de Él,
Cuando la tormenta late salvaje.
Aunque mi esperanza terrenal se hacen añicos
Y mis lágrimas caen,
Sin embargo, Él mismo es mi consuelo,
Sí, mi «todo en todos.»

Dulce contarle todo lo que sabe,
Rodar en Él mi preocupación,
Arrojar sobre Él la carga
Que no puedo soportar;

Luego, sin cuidados opresores,
Simplemente reposar en quietud,
Dando gracias a Dios por todas las cosas,
Ya que es su voluntad.

¡Oh, confiar en él, cada vez más plenamente!
Sólo para moverme simplemente
En el consciente, tranquilo disfrute
Del amor del Padre;
Sabiendo que la vía preciada de la vida
Guiará a su reposo;
Satisfecho con el camino que Él toma,
Debe ser siempre el mejor.
-L.W.- «(Your Father Knoweth (Vuestro Padre sabe)» The Christian’s Friend. 1883.

No mire a su esperanza, sino a Cristo, la fuente de su esperanza. —C. H. Spurgeon- [1834-1892, Predicador a los 17 años, autor prolífico, conocido como «el príncipe de los predicadores»]