Historia de la EDC Internacional
HISTORIA
En 1971, el hno. Clendennen y su esposa fueron a Kinshasa, Zaire, lo que resultó ser una cruzada evangelística de gran éxito; millares de personas asistieron a los cultos; noche tras noche el poder de Dios estaba presente para salvar y sanar. En el transcurso de la campaña miles vinieron al frente en respuesta al llamado para la salvación. Ciertamente Dios había visitado la ciudad. Un año después volvieron a Kinshasa para ministrar, y mientras conversábamos con los pastores y líderes de la iglesia, nos asombramos al descubrir que los resultados duraderos que salieron de la campaña en realidad fueron muy pocos. En ese momento, el hno. Clendennen tomó una decisión que cambió el curso de su vida y ministerio, y cambió el enfoque del trabajo con misiones mundiales. Él dijo: «fue realmente la zarza ardiente de mi vida.» Sentados en reuniones con los pastores y líderes de la iglesia de Zaire, tomó la decisión de que todos los viajes al extranjero, y los ministerios serían dirigidos hacia pastores y líderes de la iglesia. Se terminaron las campañas costosas en los países donde la iglesia estaba establecida. Él cuenta: «En ese momento resolví gastar mi vida moviendo los corazones de los siervos de Dios. En un estudio de Nehemías vi el diseño de Dios: Nehemías fue enviado para reconstruir la ciudad; después de revisar las paredes derribadas y las puertas consumidas por fuego, desafió al pueblo a la reconstrucción. Cuando estudié este libro aprendí que los muros representan al reino y las puertas al ministerio; había diez puertas en el muro y en el tercer capítulo entero se pusieron las puertas en su lugar, las puertas en cuanto al ministerio estaban en su lugar, entonces el muro se levantó alrededor de ellos. Por medio de esto, Dios me mostró que la vida no sale de la iglesia, la iglesia sale de la vida. Yo vi que Dios me usaría para traer vida a sus predicadores y ellos ser el vientre de Dios para traer la vida de Dios, entonces las cosas pasarían, una iglesia nacería y Dios podría vivir a través de su pueblo.»
NACIMIENTO
Por los siguientes 20 años, su exigencia en verdad era con el predicador en mente, todos sus pensamientos se dirigieron hacia el hombre de Dios; en búsqueda de este Rhema, observó ampliamente a los hombres de la Biblia usados por Dios; mientras observaba la vida de estos hombres, él hizo este gran descubrimiento que gobernó su pensamiento por todas partes de la búsqueda: Dios trataba con estos hombres, no sólo para enseñarles la verdad, sino para hacerles vivir la verdad que ellos predicaban, debían finalmente llegar a ser el mensaje. Las dos décadas siguientes, viajando y predicando en todo el mundo a los predicadores, él no sabía que la verdad que recogía llegaría a ser lo que hoy se conoce como la Escuela de Cristo.
RUSIA SE ABRE AL EVANGELIO
«En octubre de 1991, mi esposa, mi nieta y yo fuimos en lo que yo llamé un viaje para encontrar certidumbres. Fui a ver lo que podríamos hacer para ayudar a la iglesia, llenar el tremendo vacío espiritual creado por setenta y cinco años de ateísmo. Lo que experimentamos cambió nuestras vidas para siempre; había estado en muchos países del mundo pero nunca había sido testigo del hambre que hallé en Rusia. Mientras ministré a la gente, Dios puso tal amor en mi corazón por ellos que supe que no había meramente venido a Rusia, sino que había sido enviado. No supe en ese momento que sería mi ministerio entero, pero supe que me trasladaría a Rusia; el último día de nuestra visita Dios confirmó el llamado; ministrando a una congregación pequeña en los alrededores de Moscú, mientras hablaba sobre el tema «Oración en el Espíritu», Dios nos quebrantó. El grupo entero cayó sobre su rostro y comenzaron a orar. Mientras oraba sentí una mano sobre mi brazo y cuando miré, había una anciana profetizándome a mí. Después me enteré que su esposo había sido un predicador pentecostal que fue asesinado por la KGB, ahora ella pasaba mucho tiempo en la iglesia orando. El traductor, Igor, me dijo que por lo que sabían, ella no había profetizado anteriormente. El mensaje de Dios para mi por medio de esta mujer santa fue: «Todo lo que has sufrido, todo lo que has aprendido, y todo lo que has hecho en tu vida, fue para prepararte para lo que haré contigo en este país.» A fines de Octubre volví a Estados Unidos y en Noviembre del ’91 dejé la iglesia que fundé y pastoreé 35 años; en Diciembre volví a Rusia por tres semanas, durante tres semanas de estadía prediqué en ciudades donde millares no tenían iglesia. En la junta política prediqué a unas ciento diecisiete personas, ¡y ciento dieciséis de ellos pasaron al frente para ser salvos! Cuando los dejé no había pastor alguno para cuidar a los nacidos de nuevo, supe entonces lo que Dios me tenía preparado para hacer. La visión de una escuela bíblica de tres meses nació Volví a casa pensando en la escuela y en mudarme a Rusia; estaba preparando las lecciones, el horario de la escuela y pensando en cómo debía ser la disciplina de los alumnos y vino a mi la escritura en Lucas 16:8, «…porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.»Con esa escritura mi mente se fue al tiempo en que se desarrolló la segunda guerra mundial: acababa de graduarme de la escuela secundaria cuando las noticias aparecieron. En poco tiempo me junté a los Marins de los Estados Unidos; en una semana estaba en lo que llamaron «campo de entrenamiento.» Por doce semanas pasé por la disciplina e instrucción más intensas que alguna vez soñé posible. ¿Qué hacían?, transformaban a jóvenes tiernos que acababan de salir de la granja y de la ciudad en hombres de guerra y ellos esperaban hacerlo en doce semanas. Esto llegó a ser el patrón para la Escuela de Cristo. Se traen los estudiantes a la escuela y por tres meses no salen a menos que haya una emergencia, durante esos tres meses están absolutamente sumergidos en la oración y la palabra de Dios. La reunión de oración comienza antes del amanecer de cada mañana y es el último acto en la tarde. Las reuniones de oración no son optativas, son clases regulares. Sólo se puede aprender a orar por medio de la práctica de la oración. Sin oración, una escuela bíblica es mera doctrina. La disciplina y el plan de estudios de esta escuela es para deshacerse de la cizaña, es decir, los que no son llamados.