Lección 20.- La Otra Mitad Del Pentecostés
Quiero tratar con algo que nunca dijimos en el último capítulo de ser guiado por el Espíritu. Concluimos con el pensamiento de que la Iglesia ha llegado a ser simplemente un lugar de actividades sociales; está en el negocio de gimnasios, salas de bowling, salones de piscina, y todo tipo de cosas. Y los expertos religiosos nos dicen que esta es la única manera de alcanzar esta generación. Hace años, la Revista “Parade” puso una historia completa de dos predicadores de barrios bajos y su nuevo enfoque para alcanzar lo bajo y perdido. La historia estaba llena de fotos de los así llamados ministros de Cristo bebiendo cerveza y vino con aquellos que trataban de alcanzar. Dios ha pasado Su juicio, y no está relacionado con nada de esa necedad.
Hoy en EE.UU. es común encontrar hombres bajo la apariencia de Reverendo, Padre u Obispo, incitando desórdenes civiles en el nombre de la Iglesia; esto es una blasfemia. La Iglesia no es un cuerpo político para ser usado por organizaciones políticas, es el Cuerpo de Cristo, y debe ser guiado por el Espíritu de Dios. Ser guiado por el Espíritu parecerá necio a la mente carnal, por esta causa, la carne debe ser sometida al Espíritu. Sansón y su quijada, Samgar y su aguijada de buey, David y su honda, todos parecen muy necios a los religiosos ortodoxos, pero Dios toma las cosas necias para confundir lo sabio. Si la Iglesia pasara la mitad del tiempo en oración buscando ser conducida por el Espíritu Santo que pasa tratando de idear nuevos programas y métodos, se encontraría a sí misma en medio del más grande avivamiento del Siglo. Traería una revolución en nuestra manera de pensar, porque estoy absolutamente persuadido de que el Espíritu Santo nos guiaría en la dirección opuesta a la que ahora estamos yendo, y su camino será el de grandes victorias. Nosotros, la Iglesia, realmente necesitamos darnos cuenta que Dios nos ha dado el Espíritu para guiarnos a toda verdad, y no meramente la letra, sino la realización completa de esa verdad.
El no dará la revelación de sanidad divina como parte de la palabra de Dios, sino El hará de la sanidad divina una realidad en nuestra congregación. No solamente será nuestro ayudador cuando oramos, pero hará que oremos por la cosas que están en la voluntad de Dios. El nos ungirá no solamente para predicar el Evangelio, sino nos ungirá para ministrar el Espíritu de ese Evangelio. Pablo dice que este Evangelio no es predicado en palabra solamente, sino en poder y demostración del Espíritu. El Espíritu Santo siendo el mismo Espíritu de vida, si se le permite que tenga el control total, hará que la Iglesia llegue a ser algo vivo y será más emocionante que cualquier diversión que este mundo puede ofrecernos. Se habla mucho de como la Iglesia está perdiendo a sus jóvenes. La respuesta a esto es sencilla; Dios ha hecho que sea emocionante el ser joven, y la Iglesia simplemente ha perdido su capacidad para emocionar.
Si nosotros mismos nos rendimos al Espíritu de Dios, y le permitimos ser un medio para limpiar al leproso, sanar al enfermo, levantar al muerto, entonces nuestra concurrencia más grande serán los jóvenes, porque todo su ser será desafiado por Dios.
La mujer en el libro de Reyes quien pierde sus hijos dándoselos a los acreedores porque no podía pagar sus cuentas, es muy típico de la Iglesia con la que tratamos ahora. Ella clamó al profeta, quien es un tipo de Dios, y el profeta hizo la pregunta, “¿Qué te ocurre?” Ella le dijo: “Los acreedores han venido, y ellos van a tomar mis hijos”. El dijo: “¿Qué tienes?” Ella dijo: “Tengo un poco de aceite”. Esta es la condición en la mayoría de los lugares; tenemos un poco de aceite, el Espíritu Santo, pero no suficiente para pagar nuestras deudas. El profeta le dijo a la mujer que traiga sus hijos y que tomen todas las vasijas prestadas que puedan de sus vecinos; entonces ella y los muchachos las trajeron a la casa y comenzaron a llenarlas. Sabes el resto de la historia. Todos se abastecieron, nunca derrocharon, ella llenó las vasijas, vendió suficiente para pagar las cuentas, y guardó el resto para vivir. La Iglesia debe a esta generación todos los grandes beneficios del Evangelio; como esos acreedores, el mundo está tocando nuestra puerta, diciendo que le debemos la sanidad, liberación, salvación. Pablo dijo que él era deudor a todos los hombres, y a menos que paguemos nuestras deudas, continuaremos perdiendo nuestra juventud. La respuesta a este problema de deuda se encuentra en la historia de la mujer. Necesitamos poner las vasijas de la Iglesia en la casa y permanecer ahí hasta que seamos tan llenos del Espíritu que tengamos suficiente no solamente para pagar nuestras deudas honestas, pero suficiente para mantener la rica y plena vida de la Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en realidad sobre esta tierra, es ese Cuerpo, y su más grande posesión es el aceite del Espíritu Santo. Esto siempre ha sido así, desde la primera mención de la casa de Dios en Génesis cuando fue nombrada así por Jacob al huir de Esaú, hasta este día actual; el Espíritu Santo siempre ha sido la línea de vida. Al darse cuenta que el lugar donde estaba era nada más que la casa de Dios, Jacob inmediatamente vertió el aceite sobre la roca.
Sin el Espíritu somos nada. Y a menos que seamos guiados por el Espíritu después que El viene, fallaremos completamente en el plan y propósito de Dios. Pablo, escribiendo a la Iglesia de Corinto dice, “…¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el Espíritu del hombre que está en él?. Porque el Espíritu todo lo escudriña aun lo profundo de Dios” (1 Corintios 2: 10-11). El concluye ese sermón con estas palabras, “Mas vosotros tenéis la mente de Cristo”. Entonces ser lleno del Espíritu, es tener la mente de Cristo. Que Dios nos ayude a usarla, o mejor dicho, ser usado por El.
No hay ninguna cosa que Jesús hizo mientras estaba sobre esta tierra, que no puede ser hecha por la Iglesia que es guiada y facultada por el Espíritu. El abrió los ojos del ciego, también podemos nosotros; El sanó al leproso, levantó al muerto, nosotros también lo podemos hacer. Porque la Biblia dice, y lo señala claramente, que El fue en el poder del Espíritu.
Hechos 10: 38, “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret , y como este anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos (poseídos) por el diablo”.
En Lucas 4: 18, “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, A pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos”.
Nuevamente en Lucas 4: 14 dice, “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y de allí difundió su fama por toda la tierra de alrededor”.
Esto es suficiente para convencernos que lo qué El hizo lo hizo por el poder del Espíritu Santo. Esto es dado a la Iglesia en la actualidad, y si nos valemos del Espíritu Santo, permitiéndole guiarnos, haremos lo que El hizo, y nuevamente el mundo volverá y tendrá una nueva mirada de la Iglesia de Jesucristo. Así que la respuesta a todo, es ser guiado por el Espíritu; el Pentecostés fue dado para esto.
Pero hay otra mitad del Pentecostés que es el mensaje con el que estamos realmente tratando hoy.
En Mateo 3: 11-12 , Juan dijo, “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en el fuego que nunca se apagará”.
El próximo movimiento de Dios será un mover de santidad que limpiará la Iglesia de todas estas cosas de que hemos estado hablando, que se han permitido entrar porque la Iglesia ha perdido su capacidad para ser guiada por el Espíritu. Hemos experimentado realmente un derramar del Espíritu Santo, ha habido una conmoción entre la gente de todas las persuasiones; hemos visto el Espíritu de Dios derramarse sobre toda carne. Ahora experimentaremos la segunda mitad de esa promesa Pentecostés. No mucha gente quiere hablar de esto, pero si creemos en el derramamiento, entonces debemos creer con toda seguridad en el resto de la promesa. Justo después de la promesa del derramamiento viene la promesa de limpieza. Lo que está sucediendo hoy es la obra de Dios, y debe ser maravilloso a nuestra vista. Como estamos viendo ministros grandes, y ministros menores descubiertos como fornicarios y cosas peores, debería ser un tiempo de regocijo, porque estamos entrando en esa segunda fase de este grande derramamiento del Espíritu Santo. Dios sabe, y yo sé, que es el tiempo para esto, este derramamiento del Espíritu Santo. En Mateo 3: 12 dijo que El limpiaría Su era. Nuestro Señor va para librar a Su Iglesia verdadera de todo lo que es falso y corrupto. No podemos esquivar el asunto, Dios sondeará Su Iglesia, y no importa lo que el Evangelista de televisión te diga, el hombre que señala esas falsedades bajo la autoridad de Dios no es simplemente un criticón. En nuestro texto, Mateo predice lo que Cristo hara con la cosecha reunida por el Espíritu Santo. La red coge de todas las clases, la ilustración está en la Biblia, toda especie será recogida por la gran red. El Espíritu Santo va a soplar sobre la Iglesia, no simplemente para bautizar, sino para limpiar y purificar.
En la India, pude observar a gente aventando trigo. Tenían una lona grande en el suelo, y tenían una pila de trigo ahí. Dos hombres tenían un abanico grande que constantemente estaban moviendo, creando una brisa algo fuerte. Otro hombre metía su horquilla en ese trigo, lo tiraba alto en el aire, y al caer, el ventilador soplaba la paja, y el producto más pesado del trigo caía al suelo. La palabra de Dios dice que “Su aventador está en Su mano”, y ese aventador es el Espíritu Santo. El ha usado el Espíritu como un consolador y bautizador, ahora El usará al Espíritu como un separador. Muchos de nosotros sentimos la brisa de esa limpieza final. No nos dejemos engañar, Jesús ha estado mirando la cosecha; el sabe que no todos los que claman Señor, Señor, son una parte de esa casa legítimamente. Están aquellos en la cosecha que deben ser expuestos por lo que son: paja. Tenemos eso en la puerta de la Biblia. Ananías y Safira cayeron muertos en el altar; eran paja, no eran verdaderos. Cuando el Espíritu Santo sopló sobre ellos, murieron. Nuestra pérdida del verdadero Evangelista nos ha costado mucho. La Iglesia ha perdido ese verdadero evangelista quien podía ser esa herramienta del Espíritu Santo para escudriñar, para probar al Cuerpo, para descubrir esa paja que estaba ahí y que impedía la corriente del Espíritu Santo.
Hasta ahora, El ha permitido que el trigo y la cizaña crezcan juntos, El ha permitido que la cosecha mezclada se acumule en Su era. El hará pronto como las escrituras declaran, limpiará Su era. Su horquilla está para ser introducida en cada grupo de creyentes. Si su horquilla no te ha atravesado todavía, te atravesará. Y esa horquilla también va a ser introducida en tu congregación.
Hemos estado en un derramamiento, ahora está viniendo un desarraigar, y es el mismo Espíritu Santo que va a desarraigar. El mismo Espíritu que levantó a Dorcas de los muertos, mató a Ananías y Safira. Los carnales, los de doble ánimo, serán purgados. Habrá un día final de separación entre ovejas y cabritos, pero una línea clara de demarcación vendrá ahora. La purga de la cosecha viene antes que se reúna en el granero. En 1 Pedro 4: 17 dice “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”.
He viajado por esta nación y he mirado con asombro como se reúnen. El llamado fue que se reúnan en el nombre de Jesús, que sean reunidos en amor, y ellos vinieron de toda clase social y grupo religioso. El amor era tan abareador, que tú no osarías hablar contra lo falso; si ellos hablaban en lenguas y se abrazaban unos a otros, nada más importaba. La cosecha alcanzó a Hollywood, a los músicos mundanos, a la política, era interminable; nadie puede negar los efectos de la cosecha. Pero la cosecha no simplemente es colocada ahí, esperando para ser almacenada; hay paja por toda ella. La paja no puede y no será permitida que permanezca en la cosecha. El propietario de esa cosecha debe venir y separar lo real de lo que no es real. Hay una abundancia de lo que es irreal, como fue con Elías y los Baales en el monte Carmelo. El dijo: “Deje que el Dios que contesta por fuego, ese sea Dios; si Dios es Dios, vayan con El, pero si Baal es Dios, síganlo, pero no pueden seguir a ambos”. ¿Qué debe ser quitado? Toda mentira, todo robo, todo adulterio, fornicación, chismes, odio, todo lo que ofende (Mateo 13: 40-41). Todo lo que no es verdad, lo que los hombres han permitido entrar que contradice las grandes verdades de la Biblia. Esto debe salir.
Estoy seguro que la purificación ha comenzado ya, un avivamiento de Santidad está en camino. El Espíritu Santo ha empezado a reprender la corrupción y el compromiso mundano. Nosotros seremos testigos de un nuevo tipo de convertidos, debe ser así. Nuestros niños confrontarán a una generación donde habrá un odio por Dios igual que en los días de Noé; los homosexuales vagabundearán nuestras calles golpeando hombres como en los días de Lot. Pero cuando el pecado abunde, la gracia sobreabundará. Dios ha comenzado a limpiar esa cosecha. Es el comienzo, y continuará hasta que toda la cizaña sea quitada, y todo lo que se presente a Dios sea puro y santo. Cuando la Novia de Cristo sea presentada al Hijo de Dios, será una virgen casta. Lo que la Novia cree es importante, la forma en que ella vive es importante. Ha comenzado la gran obra de purificar, la mitad final de Pentecostés ha comenzado. Dios ha puesto la mano, e introduce su horquilla en cada grupo de creyentes. Y lo que es sólo paja será echado fuera antes que la cosecha final del Rapto tenga lugar. Nos movemos hacia eso muy rápidamente; creo que hemos llegado al fin del Siglo, pienso que el fin de ese período de dos días desde el Calvario hasta hoy, el año 2001 (uede haber una diferencia en el calendario), creo que marcará el comienzo del gran milenio cuando Cristo y Su Iglesia gobernarán sobre esta tierra . Y puedo decirte que los que son gobernados por El, son los únicos que gobernarán con El. Si Cristo no puede gobernarnos y controlarnos ahora en este tiempo, no podremos gobernar con El sobre ese trono en la eternidad. La mitad final de Pentecostés ha comenzado, la purificación de esa cosecha; todo lo que no es verdadero será descubierto, y Dios tratará con esto en los momentos finales de esta edad, antes que Jesús venga por los suyos. Como un predicador del Evangelio, tú debes tener el coraje para probar ese Cuerpo de creyentes para ser esa horquilla en las mano del Espíritu Santo para excavar en la cosecha y exponerlo con respecto a si es verdadero o falso.
Pero antes que tú puedes arar en la cosecha, tienes que permitir que el mismo Espíritu Santo sople sobre tu propia vida. Que Dios nos ayude.