«Y David se angustió mucho… mas David se fortaleció en Jehová su Dios.” (1 Samuel 30:6)

Son días de prueba, días en que los cristianos están siendo tentados a dar marcha atrás debido a sus evidentes fracasos y deficiencias manifiestas. Horas en que el espíritu de intolerancia, de crueldad, aparentemente se ha apoderado del mundo y está haciendo todo lo posible para envenenar el ambiente de la iglesia cristiana y el hogar. La paciencia algunas veces es probada casi hasta el punto de ruptura; y cuando, a causa de la presión, lo que decimos y hacemos aflige a nuestro Señor, el resultado natural es el desánimo.

Esa sensación de desánimo, sin embargo, puede ser una bendición o una maldición. El desánimo debería volver nuestros corazones y rostros hacia Dios para que encontremos perdón, consuelo y comprensión. A veces, sin embargo, el diablo lo usa como arma para destrucción de nuestra confianza y fe, y nos dice que no sirve de nada luchar para continuar en el camino cristiano.

En medio del desaliento, ¡mira hacia arriba! Cuando te sientes abandonado y solo, abre los ojos y mira al Cristo del Camino de Emaús. Él recuerda nuestro marco. Él sabe que somos polvo. ¡La caña cascada Él no quebrará, ni apagará el pábilo que humea! No te excuses debido a sus deficiencias, antes lleva tus problemas al Señor. Hay un dulce perfume que brota del corazón que ha sido aplastado, y un poderoso atractivo reposa en la historia del hombre o la mujer que ha caminado a través de profundos y oscuros valles de dolor. -Charles S. Price- [1887-1947, predicador, una revista impresa]

¡Es tu mano, Dios mío!
Mi tristeza viene de Ti;
Me inclino bajo tu vara de castigo,
Este amor me hiere.

Yo no murmuraré, Señor,
Ante ti quedo mudo:
No sea que respirar una palabra
de murmuración,
A ti en busca de ayuda yo vengo.

Sé que tu voluntad es correcta,
Aunque pueda parecer severa;
Tu camino es todavía luz sin nubes,
Aunque oscuro pueda aparecer.

Jesús ha muerto por mí;
Tu Hijo no escatimaste;
Sus manos perforadas, Su lado sangrado,
Tu amor por mí declaran.
-Autor desconocido-