
Devocional para Hoy! – 16 de Agosto
«y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:15)
¿Cristo triunfó sobre ellos en el Calvario? Sí, gracias a Dios, así fue. Esa es la base de toda nuestra actividad. Pero hay algo más, Cristo triunfó en ti. Les resistes y lo compruebas. Si has nacido de Dios, naciste para triunfar. Pero, «¿Cómo podré resistirles?», pregunta alguien. Pues bien, el ejemplo típico es el del Señor Jesucristo en Su tentación representativa como cabeza federal de una nueva raza. Él utilizó la espada, la espada de la Palabra. No sólo clamó al Padre, sino que se dirigió al diablo con las palabras autorizadas de las Sagradas Escrituras. No había nada de complicado. Él sólo extrajo la espada y la utilizó. Entonces el diablo le dejó, primero por un tiempo, y finalmente hasta la escena final en el Calvario cuando todas las fuerzas del infierno se congregaron en la escena y fueron derrotadas.
Él no invocó ángeles, ni mostró el poder que era su derecho como Dios el Hijo; Él sólo hizo lo que todos tenemos que hacer: usó la Palabra. Para Él era definitiva y suficiente, el propio Aliento de Dios. Estaba manejando la Omnipotencia y la autoridad divina, Dios mismo en forma hablada. Cuán inadecuadamente está expresado, pero ahí está. Él sabía la Palabra; la estimó por suficiente. La usó, pero contra el diablo.
No la citó a Su Padre, ni la recordó simplemente para refrescar su propia alma. El diablo había dicho «Escrito está», pero el Señor dijo más que eso. Él dijo: «Vete, Satanás, porque está escrito…» Nota que habló con el diablo y le dijo que se vaya. Tal vez tengas que hacerlo algún día. No hables a la ligera de estas cosas. El Espíritu Santo se anticipó a la tendencia a la liviandad con que se trata este tema con la advertencia: «sed sobrios». –F.J. Perryman- How to resist the devil (Cómo resistir al diablo). {2002 de Dominio Público sitio web timelesstruths.org}
Señor, abre mis ojos a las cosas divinas, Los caballos y los carros de fuego, Que llenan las montañas donde parezco solo Rodeado de un enemigo con funestos objetivos. Tu Santa Palabra declara que es verdad; Unge mis ojos para que pueda verlo también. -Laura Davies Holt- Desconocido