Devocional para Hoy! – 23 de Noviembre
“…Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.” (Hebreos 12:5,6)
Existe el peligro de desmayar cuando somos reprendidos por Dios. No te desalientes ni deprimas como si el castigo es demasiado pesado, o más de lo que merecías, o eras capaz de soportar. Ten cuidado, sobre todo en tu vida cristiana, de arrojar tu osadía, de llegar a ser impaciente, de perder la valentía.
Son las pruebas y la vejación, la atención y la ansiedad, la persecución o reproche lo que con frecuencia causa esto. Aprende hoy el secreto de no sufrir pérdidas en el alma por los sufrimientos de la vida. Sí, más bien, de siempre hacerlas tu mayor ganancia. Enlaza tus sufrimientos a Dios y a Jesús. Dios es el que los permite. Los envía a ti en el mismo amor y las hará tu mayor ganancia.
Recibe todo problema interior y exterior, cada decepción, dolor, malestar, tentación, oscuridad, desolación con ambas manos, como una verdadera oportunidad y ocasión bendita de morir a ti mismo, y entrar en una comunión más plena con tu abnegado sufrido Salvador.
-Andrew Murray- Holiest of All (El más santo de todos). Fleming H Revel. {Con permiso}
Cuidemos a tiempo
Que Dios sea glorificado en nosotros;
Y mientras sufrimos,
Pongamos nuestras almas a sufrir perfectamente;
Dado que este sufrimiento solo
Que es la gracia especial de este mundo,
Puede aquí ser perfeccionado y dejado atrás.
-Harriet Eleanor Baillie-Hamilton Unido The Disciples Los discípulos. Londres: Kegan Paul, Trench Trübner & Co., 1894, p. 107.
¡Sí, piensa y agradece! Hasta aligerar el cuidado
Y hacer tu dolor menos difícil de soportar.
Cuenta las misericordias de hoy
Y el descontento huirá.
Más tranquilo y paciente serás,
Mientras de tus labios fluya acción de gracias.
¡Sí, piensa y agradece! Mira hacia arriba y ve
Por la fe, la casa preparada para ti,
Donde ni el cansancio, ni las lágrimas
Nunca pueden venir, ni dolor, ni temores.
Piensa cómo fue comprada, por la muerte de Jesús
Y dale gracias con tu último aliento.
-G.M. Taylor- Hurditch, C. R, ed. Huellas de la Verdad Vol 1. Londres: JF Shaw & Co., 1883, p. 591.