Devocional para Hoy! – 3 de Diciembre
“He aquí os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” (Lucas 10:19)
Satanás está ahora despojado y derrotado. Es nuestra responsabilidad reconocerlo como un enemigo vencido sosteniendo sobre él la victoria del Calvario de Cristo; y en el nombre del Hijo de Dios, por amor a Él, por su autoridad, a través del poder de su sangre derramada, para resistir las pretensiones de Satanás donde quiera que lo encontremos trabajando.
¿Cómo vamos a resistir a Satanás? Lo resistimos como nuestro Señor lo resistió. Él utilizó la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Cristo hizo lo que todos tenemos que hacer. Manejó la Palabra de Dios como definitiva y suficiente, el poder mismo de Dios. Cristo manejó la Palabra como manejando autoridad omnipotente y divina, ¡Dios mismo en forma hablada!
Satanás había dicho: “Escrito está,” pero nuestro Señor dijo más que eso. Él dijo: “Vete, Satanás; porque escrito está…” Él se dirigió a Satanás como una personalidad y le dijo que se fuera. Y a ti Dios ha delegado, en el Nombre de Cristo, la misma autoridad dándote poder sobre el poder del enemigo.
Cuando Satanás está trabajando, lo necesario es resistirle en la autoridad de la Palabra de Dios. Dile que es un mentiroso y que Dios lo ha maldecido desde el principio y que Cristo lo ha vencido en el Calvario, y dile “Amén” a toda la Palabra de Dios. Dile: “Satanás, está escrito, te venzo por la sangre del Cordero y la palabra de mi testimonio.”
Si sólo tomaras la Palabra de Dios y buscaras estas cosas por ti mismo, comprenderás que la victoria de Cristo en el Calvario no fue sólo una victoria sobre el pecado, sino una victoria sobre Satanás, no sólo como un tentador, sino como obstaculizador, un falsificador, como un Príncipe usurpador, como un engañador y un mentiroso. Aprenderás que puedes tener la victoria en tu propia vida, y también puedes tomarla para los demás.
-De “Herald of His Coming (Heraldo de Su Venida)”-
Ponte de pie por Jesús
Poneos de pie, de pie por Jesús, soldados de la cruz;
Levantad en alto su estandarte real, que no sufra pérdida.
De victoria a victoria su ejército conducirá,
Hasta que todo enemigo es vencido, y Cristo hecho Señor de verdad.
Poneos de pie, de pie por Jesús, escuchad la consigna solemne;
Si mientras dormís Él sufre, acabad con la vergüenza y el miedo;
Doquiera os encontréis con el mal, dentro o fuera de vos, cargad por el Dios de las batallas, y poned al enemigo en fuga.
Poneos de pie, de pie por Jesús, obedeced la trompeta;
De frente al conflicto poderoso, en este Su día glorioso.
Vosotros que sois valientes ahora servidle contra enemigos incontables;
Que crezca el coraje con el peligro, y fuerza a fuerza se oponga.
Poneos de pie, de pie por Jesús, de pie en su fuerza sola;
El brazo de la carne os fallará, no oséis confiar en vos mismos.
Poneos toda la armadura del Evangelio, cada parte puesta en oración;
Cuando el deber llame, o el peligro, nunca falte allí.
Poneos de pie, de pie por Jesús, cada soldado a su puesto,
Cerrad la columna rota, y gritad a todo el ejército: reparad el perjuicio tan pesado, en los que aún quedan, y demostrad a su alrededor que la misma muerte es ganancia.
De pie, de pie para Jesús, la lucha no será larga;
Este día el ruido de batalla, el siguiente canción de victoria.
Para aquellos que vencen el mal una corona de vida habrá;
Ellos con el Rey de Gloria reinarán eternamente
-George Duffield Dominio Público- [1818-1888]