
Devocional para Hoy! – 31 de Julio
«Amados, amémonos unos a otros…” (1 Juan 4:7)
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” (1 Juan 4:10)
Si soy suave conmigo y me deslizo cómodamente al vicio de la autocompasión y la autosimpatía, si no practico la fortaleza de ánimo por la gracia de Dios, entonces no sé nada del amor del Calvario.
Si yo mismo me domino a mí mismo, si mis pensamientos giran en torno a mí, si estoy tan ocupado con mi mismo que rara vez mi corazón «se toma vacaciones de sí mismo», entonces no sé nada del amor del Calvario.
Si no puedo en honesta felicidad tomar el segundo puesto (o el vigésimo), si no puedo tomar el primero sin hacer un escándalo por mi indignidad, entonces no sé nada del amor del Calvario.
Si no doy a un amigo «el beneficio de la duda», sino que le doy la peor interpretación a lo que se dice o se hace, en lugar de la mejor, entonces no sé nada del amor del Calvario.
Si un sobresalto repentino puede causar que diga una palabra impaciente, carente de amor, entonces no sé nada de amor del Calvario. (Porque una taza rebosante de agua dulce no derrama ni una gota de agua amarga, aunque sea sacudida de repente).
«Un abismo a otro, oh Señor.
Clama en mí,
Reuniendo fuerzas, vengo,
Señor, a Ti.
Jesús del Calvario,
Afligido por mí,
Pide lo que quieras,
pero dame Amor para mí.»
-Donhavur Fellowship- [Amy Carmichael-1867-1951, misionera a la India,
sirvió allí 55 años sin vacaciones, cristiana protestante, autora]