+ 591 774 88777

edcenbolivia@gmail.com

Av. Ecológica y Calle Caracol

Cochabamba, Bolivia

Síguenos
 
EDC en Bolivia  >  Devocionales   >  Devocional para Hoy! – 17 de Noviembre

Devocional para Hoy! – 17 de Noviembre

 

“…Jehová es; haga lo que bien le pareciere.” (1 Samuel 3:18)

He aprendido de esta temporada de privación que la oración del corazón, el deseo ferviente y el propósito del alma para ser y hacer lo que el Señor quiere de nosotros, cuando como consecuencia de no ser atendido con emoción motivada y alegre (cuando parece más seco y árido), sin embargo no es ineficaz en sus resultados, y no debe ser considerada como una oración ofrecida en vano. Y todas las personas asentirían a esto si sólo recordaran que Dios, al responder a una oración así, nos da lo que es mejor para nosotros, aunque no lo que, en nuestra ignorancia, nos deleita o deseamos más. Si las personas estuvieran convencidas de esta gran verdad, lejos de quejarse toda su larga vida, considerarían la situación en la que Dios crea conveniente colocarnos como mejor se adapte a ellos; y la emplearía fielmente para ayudar al proceso de la crucifixión interior. Y por lo tanto, los incidentes de aflicción que asisten a tal situación, en nosotros causando la muerte interior, procuraremos la vida verdadera. Es una gran verdad, maravillosa, ya que es innegable, que toda nuestra felicidad temporal, espiritual y eterna, consiste en una cosa; es decir, en renunciar a nosotros mismos para Dios, y en dejarnos a nosotros mismos a Él para que haga con nosotros y en nosotros como Él quiera. Cuando llegamos a este estado de completa dependencia y sin restricciones del Espíritu y la providencia de Dios, nos damos cuenta entonces plenamente que lo que experimentamos es justo lo que necesitamos; y que si Dios es verdaderamente bueno, él no podía hacer lo contrario de lo que hace. Todo lo que está queriendo es que nos dejemos fielmente en las manos de Dios. El alma debe someterse a dejarse conducir de momento a momento por la mano divina, y a ser aniquilada, por así decirlo, por los golpes de Su providencia sin quejas, ni desear nada más de lo que tiene ahora. Si sólo tomara este curso fielmente, Dios sería no sólo la vida eterna, sino la Verdad eterna. Debemos ser guiados a la verdad, en lo que podría ser necesario para nosotros; aunque podríamos no entender completamente el método empleado para hacerlo.

¡Cómo temblaba entonces, y temí,
Cuando mi AMOR había desaparecido!
“¿Me has de dejar de este modo?,” clamé,
“¿Abrumado bajo la marea creciente?”
AMOR se había ido, y no escuchaba.

No te aires-me doy de baja
De ahora en adelante toda mi voluntad a la tuya.
Doy mi consentimiento para que te apartes,
Aunque Tu ausencia me rompe el corazón.
Vete entonces, y para siempre, también;
Todo lo que hagas es correcto.

Esto es precisamente lo que pretende AMOR:
Ahora no era más ofendido;
Tan pronto como me convertí en un niño,
AMOR regresó a mí y me sonrió.
Nunca más la contienda crecerá
Entre el novio y su novia.
-Madame Guyon-
Upham, Thomas C(ogswell). Life of Madame de la Mothe Guyon (La vida de la señora de la Mothe Guyon). Londres: Sampson Law e hijo y Co., 1862, p. 127.

×