Devocional para Hoy! – 25 de Noviembre
“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (Filipenses 1:29)
El sufrimiento es a veces la voluntad de Dios, incluso para los santos. “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien” (I Pedro 4:19) A veces es la voluntad de Dios que los santos sufran, no sólo cuando se lo merecen y por mérito, sino también cuando no. “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal” (I Pedro 3:17) El sufrimiento haciendo el mal es bueno para la víctima porque le castiga y purifica cuando se somete a ella. Sufrir por hacer el bien, es mejor aún, dice Dios.
¿Quiénes son los héroes de una nación? ¿Son aquellos que en tiempos de emergencia nacional esquivan el proyecto, viven en suavidad, comodidad y placer, mientras que otros están en los campos de batalla? No, son los que se han distinguido en el campo de batalla. Son los que han luchado y sangrado, los que han sido capturados y lavados de cerebro, pero colocaron el amor a la patria por encima del amor a la vida; que lanzaron el desafío al enemigo y salieron con la lealtad sin manchar.
De esta manera, los más altos honores del cielo están reservados para aquellos que han salido de grandes pruebas, que han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Si estás sufriendo en cuerpo y buscando la sanidad, estás probablemente despreparado para la sanidad hasta que hayas cedido a la disciplina del sufrimiento. Rebeldía contra el sufrimiento, mal humor contra Dios por permitirlo, resentimiento por causa de él, todo esto debe estar completamente renunciado. Antes de ese momento, Dios no puede sanarte ni bendecirte sin estropear el santo Él está tratando de formar. Porque Dios se está dando cuenta de quiénes son sus héroes. Él está averiguando quién lo ama supremamente.
-Paul Billheimer- [Autor, tuvo ministerio en tiendas, instituto bíblico, escuela secundaria cristiana, escuela de día cristiana, y estación de televisión cristiana]
¡Ah, si así puedes beber de la copa que Él derramará,
Y si nunca la bandera de la verdad bajarás,
Su amado eres, y Su corona vestirás,
En su trono te sentarás, y su gloria compartirás!
-Selecto-