«…por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.»  (2 Corintios 8:9)
«…No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy…» (Hechos 3:6)

Que pueda tomar a la ligera las cosas de esta tierra;
Tesoros transitorios, ¿cuál es su valor?
La polilla puede corromperlos, el moho puede decaerlos;
Toda su belleza brillante se desvanece,
Que pueda tomar a la ligera las cosas temporales,
¡Yo, que soy inmortal, yo, que tengo alas!
Que pueda tomar a la ligera las cosas que son mías,
Señor, ¡Tú me has dado todo lo que es tuyo!
-Martha Snell Nicholson- Hold Fast True Riches (Retiene las verdaderas riquezas).

Cuando Él “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo”, se vio obligado a renunciar a todas sus riquezas, terrenales y celestiales. Él caminó entre los hombres, los más pobres entre los pobres, y ¡oh!, el patetismo de sus palabras cuando dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza». Aunque los bosques de todas las colinas y valles, y el mármol de canteras de toda la tierra reconocieran en él a su Creador, Él no alegó tener una sola placa, ni una piedra con la que erigirse una morada. Por lo que se registra en una ocasión al final de un día agotador: «y se fue cada uno a su casa. Jesús se fue al monte de los Olivos». ¿Quién puede contar los malestares de esas incontables noches pasadas en las laderas rocosas de Judea con sólo una piedra por almohada? Este fue el camino del Hombre del Camino al Calvario.

Pidieron prestado una cama para recostar Su cabeza,
cuando Cristo el Señor descendió;
Pidieron prestado el asno en el paso de la montaña
para que El lo monte hacia la ciudad;
Pero la corona que llevaba, y la cruz que cargaba eran suyos;
La cruz era la suya.

Tomó prestado el barco en el que sentarse para enseñar a la multitud;
Pidió prestado un nido en el que descansar, Él nunca tuvo un hogar tan crudo;
Pero la cruz que llevaba, y la cruz que Él llevó eran suyos
La cruz era la suya.

Pidió prestada una habitación de camino a la tumba,
el cordero pascual para comer;
Pidieron prestado una cueva para Él como tumba;
pidieron prestado un pleno sinuoso;
Pero la cruz que llevaba,
y la cruz que Él llevó eran suyos,
La cruz era la suya.
—Autor Desconocido-